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¿Sabías cuántos nutrientes están presentes en productos como el cochayuyo o las chalotas? A continuación, te entregamos algunas opciones de alimentación saludable y tradicional que destacan para tener una dieta equilibrada en tu día a día.

Material dirigido al público en general y validado por el Departamento Médico de Pfizer. El contenido de este material está destinado únicamente para fines educativos y no reemplaza el diagnóstico de su médico tratante.

 

Son muchas las recetas contemporáneas que se pueden tener en el día a día y basta que, en algunos casos, agreguemos un solo ingrediente local para poder cambiar su apariencia, sabor o incluso, su valor nutritivo.

Mezclar la creatividad y el valor del territorio en nuestros platos nos puede ayudar a acercarnos al “Küme mogen”, una reconocida expresión Mapuche que representa una sabiduría inagotable y una oferta de buena vida, un equilibrio que puede mejorar y alegrar el diario vivir.

Las tradiciones dan cuenta de que el acto de alimentarse está asociado a una estrategia para prevenir enfermedades, es decir, el “comer bien” se asocia a las formas de producción que permiten una buena salud1. Y es que hay varias propiedades valiosas a destacar con los siguientes alimentos:

Las chalotas: ricas en minerales, vitaminas y poseen una alta concentración de flavonoides, un antioxidante que tiene un efecto positivo sobre la salud. Además, mejora la circulación sanguínea y reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

Habas: Por lo general se consume fresca, en sopas, guisos y en ensaladas, existiendo también el repertorio culinario mapuche algunas recetas para aprovecharla en su versión seca. Su consumo tiene amplios beneficios, especialmente para la prevención de enfermedades como el Parkinson.

Cochayuyo: Es una importante fuente de proteína vegetal y de minerales como magnesio, calcio, yodo y hierro, contribuyendo a combatir la anemia y ayudando a la prevención de enfermedades como cáncer de colon, arteriosclerosis, obesidad y afecciones cardiovasculares.

Este tipo de alimentación, basada en los elementos estacionales y locales, aportan nutrientes para una dieta balanceada, en proporciones de glúcidos, grasas y proteínas suficientes para su desarrollo y complementado con sales, condimentos y vitaminas provistos de naturaleza, cuya formulación no tenía necesidad de envidiarle a cualquier nutricionista. Investigaciones complementan que la diversidad de la recolección (de alimentos) era tan generosa que los Mapuche no tuvieron necesidad de desarrollar una agricultura más compleja para alimentarse.

El valor y revitalización de la gastronomía mapuche está viva. Te dejamos ideas para que puedas disfrutar: Piñones salteados al merkén (fruto del árbol Araucaria con el ají “cacho de cabra” ahumado), tortillas de rescoldo (masa tipo tortilla hecha en las brasas), empanadas de digüeñes (hongos con consistencia chiclosa), Mültün (pan a base de harina de trigo), o Muday (bebida alcohólica fermentada con granos de cereales).

Referencias

[1] Peralta, Cristian (2015). Patrimonio culinario y alimentario Mapuche: acercamientos y contribuciones para su puesta en valor. Obtenido de  https://www.academia.edu/26016723/Patrimonio_culinario_y_alimentario_mapuche_acercamientos_y_contribuciones_para_su_puesta_en_valor

[2] Chavarría y Fuentealba (2018). Patrimonio Alimentario de Chile. Productos y preparaciones de la Región de la Araucanía. Obtenido de https://www.fia.cl/download/patrimonio-alimentario/Inventario-Patrimonio-Araucania.pdf

[3] Peralta, Cristian (2015). Patrimonio culinario y alimentario Mapuche: acercamientos y contribuciones para su puesta en valor. Obtenido de https://www.academia.edu/26016723/Patrimonio_culinario_y_alimentario_mapuche_acercamientos_y_contribuciones_para_su_puesta_en_valor