Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre con su médico tratante.
Las personas con Artritis Reumatoide (AR) pueden realizar determinadas actividades que se denominan de bajo impacto, es decir, que recargan menos al cuerpo y reducen el riesgo de lesiones (1).
Algunos tipos de ejercicio físico pueden aliviar los síntomas de la AR, ayudar a la función y a la calidad de vida de los pacientes (1).
Además, otras actividades como los pasatiempos permiten mejorar el estado de ánimo en personas con AR (2).
Aprovechar los momentos que los síntomas son leves para realizar distintas actividades, permite a pacientes con AR, llevar la enfermedad de la mejor manera posible (2).
Ejercicio físico
El ejercicio y el estiramiento pueden ayudar a aliviar el dolor y la rigidez de las articulaciones de personas con AR, sobre todo durante una crisis (3).
De hecho, las personas que hacen ejercicios físicos pueden tener menos dolor que las que no lo hacen (3).
De todas formas, se deberá consultar al médico antes de comenzar todo tipo de programa de ejercicios (3).
Beneficios
Entre los principales beneficios de la actividad física en pacientes con AR se encuentran: la reducción del dolor, el mejoramiento de la función articular y el aumento del rango de movimiento (3).
Además, se puede retrasar el comienzo de la discapacidad y conducir mejor otras afecciones como la cardíaca, la diabetes y la obesidad (1).
El ejercicio físico también fortalece los músculos que rodean las articulaciones y sostienen a los huesos, ayuda a conservar la fuerza ósea, mejorar el equilibrio, controlar el peso y facilitar el sueño nocturno (4).
#1 Estiramiento
Un tipo de ejercicio matutino recomendado para personas con AR es el estiramiento, dado que ayuda a reducir la rigidez, mejorar la flexibilidad y aumentar el movimiento (3).
La rutina de este ejercicio se realizará en base a las articulaciones afectadas de cada persona, aunque generalmente incluye movimientos suaves en articulaciones de rodillas, manos y codos (3).
#2 Caminar
Un ejercicio de bajo impacto es caminar, que ayuda tanto a las articulaciones, como a la salud del corazón y al estado de ánimo (3).
Para hacerlo es importante estar cómodo e hidratado y se puede comenzar lentamente hasta ir aumentando el ritmo, en la medida de lo posible (3).
#3 Tai Chi y Yoga
En búsqueda de ejercicios aeróbicos suaves acompañados de respiración y meditación, el Tai Chi y el Yoga son recomendables (3).
Se debe poner atención sobre los movimientos permitidos para personas con AR y siempre consultar al médico tratante (3).
#4 Pilates
Una actividad de bajo impacto también es el Pilates, donde se busca estabilizar las articulaciones y fortalecer los músculos (3).
En personas con AR habrá determinadas indicaciones de cómo comenzar este tipo de rutina, para hacerlo de forma segura (3).
#5 Nadar
Tanto nadar como algunos ejercicios suaves en el agua, permiten reducir la tensión y la rigidez de las articulaciones, y aumentar la flexibilidad y el movimiento (3).
Estos son considerados de bajo impacto para las articulaciones, dado que el agua soporta el peso corporal (3).
#6 Bicicleta
Para algunas personas con AR, la bicicleta puede ser un buen ejercicio para mover las articulaciones y ayudar a la salud del corazón (3).
Andar en bicicleta puede reducir la rigidez, aumentar el movimiento y fortalecer las piernas desarrollando resistencia (3).
#7 Ejercicios de mano
La AR puede limitar el movimiento de las manos, por eso, para ayudar a la función, se pueden realizar ejercicios de mano (3).
Estos consisten en doblar las muñecas hacia arriba y hacia abajo lentamente, estirando los dedos en una mesa. También se puede apretar una bola para estrés (3).
#8 Jardinería
Como actividad placentera, ejercicio relajante y que ayuda a mejorar el estado de ánimo, las personas con AR pueden realizar jardinería (3).
Esta se debe hacer con cuidado, trabajando lentamente y evitando toda fuerza excesiva en las articulaciones (3).
#9 Visita a museos
Una actividad que las personas con AR pueden realizar es visitar museos de arte o de otros tipos de colecciones, dado que no implica grandes esfuerzos y es placentero (2).
Además, en las habitaciones de cada museo suelen haber asientos para descansar, lo que es importante para la fatiga de la AR (2).
#10 Lectura
Las personas con AR pueden leer libros si les agrada, dado que es un pasatiempo que permite ejercitar la mente y la imaginación (2).
Para hacerlo se puede adquirir un portalibros, para no sostenerlo con la mano o leer en versión digital a través de un dispositivo (2).
Consejos para hacer actividades
Las actividades físicas o recreativas pueden ayudar a pacientes con AR a sentirse mejor, tanto en su salud física como mental.
No obstante, para que los ejercicios contribuyan a mejorar los síntomas de la AR se deben llevar a cabo de una determinada manera.
Constancia
En el caso de los ejercicios físicos, para que éstos puedan mejorar los síntomas de la AR se debe tener constancia en la rutina y practicarlos con regularidad (3).
Como algunos días los síntomas pueden incrementarse, para no suspender las actividades diarias se deberá ajustar la intensidad (3).
Comodidad
Las personas con AR deben realizar las actividades contando con la mayor comodidad posible, además de la seguridad para evitar accidentes (3).
Si realiza ejercicios físicos en el hogar, se aconseja contar con una alfombra antideslizante, utilizar ropa cómoda y un calzado apropiado (3).
Variedad
Realizar ejercicios variados durante la semana, permite fortalecer distintas partes del cuerpo y ayudar a los diferentes síntomas de la AR (3).
De esta forma, se pueden intercalar actividades físicas con otras recreativas, con el objetivo de mejorar la salud física y mental (3).
Moderación
Los síntomas de la Artritis Reumatoide pueden ser algunos días más intensos que otros, por lo que se deben moderar los ejercicios (3).
Moderar implica probar con otros ejercicios o actividades en ese momento o practicarlos en periodos más cortos cuando hay dolor (3).
Frecuencia
Cuando se comienza a realizar una actividad física, se debe comenzar de a poco y poner atención a lo que el cuerpo indica (1).
Además, si se trata de una persona no muy activa, debería realizar actividad física día por medio e ir aumentando su frecuencia paulatinamente (1).
Precaución
En los días de más dolor, se debe adaptar el ejercicio para no empeorar los síntomas, realizando movimientos lentos (1,4).
Además, descansar será fundamental cuando aumente la intensidad del dolor, hubiese hinchazón o enrojecimiento en las articulaciones (1,4).
Fisioterapia
El médico tratante asimismo puede hacer una derivación a un fisioterapeuta para poder desarrollar una rutina de ejercicios adecuada (3).
Este tipo de especialista suele ser muy efectivo acompañando a personas con diagnóstico temprano o quienes están experimentando una crisis (3).
